PRÓJIMO

He visto el rostro de mi prójimo nervioso, confundido, perdido. Pero, ¿qué puedo hacer? Yo por mi mismo se que nada, puesto que nada soy y nada tengo. Ellos te necesitan Señor, necesitan de Tí, el mundo necesita de Tí, aunque te niegue Señor.

 

¿Qué hacer? ¿Cómo llegar a él? A mi prójimo. A esas almas, imágenes trinitarias que Tú tanto amas. ¿Cómo darme a ellos por entero, completo, para así darme a Tí? ¿Qué hacer si yo nada puedo? ¿Donde ir si nada se?

 

Sólo tu amparo puedo buscar. Y amar. Y orar. ¿Qué más puedo hacer? Si yo no soy nada Señor.

 

¡Hablame alto! ¡Chillame que soy duro de oido! ¡Gritame si no te escucho! ¡Golpeame si no te atiendo! ¡Sostenme si me dejo vencer!

 

Dime Señor, ¿qué hacer para mejor servirte?

 

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