Diálogo
El diálogo de Dios con el hombre se realiza de una vez para siempre en Jesús de Nazaret. En el Misterio Pascual Dios habla al Hombre y se le revela en plenitud. Dentro de ese mismo Misterio el propio hombre en Cristo habla al Padre de una vez para siempre.
La Liturgia de las Horas nos invita a sumergirnos en la plenitud del misterio de Cristo y del diálogo de éste con el Padre. La oración de Cristo hombre al Padre es la oración universal de todo hombre a Dios que se explicita en la oración de la Iglesia.
La Liturgia de las Horas nos adentra en la misteriosa relación Trinitaria de la segunda persona, el Verbo, con el Padre. Meditar orando acerca de este misterio es continuar profundizando en el misterio fundamental del cristiano: la Eucaristía y la vocación del hombre a la participación de la vida divina.
El mundo, nuestro mundo, la vida de cada uno de nosotros, transformada cada día un poco más en Cristo, solo puede cobrar un sentido cristificado pleno y permanente a través de la oración, la oración de Cristo al Padre, realizada de una vez para siempre y presente entre nosotros a través del Oficio Divino.
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