SALVACIÓN
Plantear hoy a los jóvenes la Salvación como una necesidad trascendental del ser humano, que ha ido configurándose a través de la historia como un reencuentro del hombre con Dios, que alcanza su plenitud en la encarnación del propio Dios en Jesucristo, es algo ciertamente difícil.
Hoy nos planteamos la problemática pastoral del primer anuncio. Reestudiamos y replanteamos la necesidad de evangelizar de una manera distinta, ya que el objeto de la evangelización no es ya una persona receptora de la trasmisión de fe de sus mayores, sino que nos encontramos en la mayoría de los casos con un desconocimiento completo de las cuestiones relativas a la revelación y con una entena inexperiencia de Dios en la fe.
Pero cuando abordamos a un amplio sector de los jóvenes de nuestra indecente cultura de la sobreabundancia, nos encontramos con que no sólo el individuo carece de fe y de conocimientos acerca de los datos de la revelación, además, y esto es lo trágico e importante, descubrimos que estos muchachos y muchachas no se cuestionan tan siquiera la posibilidad de una necesidad de espiritualidad, de religión, de Dios, cuanto menos de Salvación.
Embebidos en el sinsentido edonista de la vida que se les ofrece, prisioneros de un nihilismo que les impide cuestionarse posibilidad alguna de trascendencia, el joven y el cada vez menos joven deambula por la vida como el que deambula por un parque de atracciones con la única preocupación de conseguir un ticket que le permita hacer cola para la próxima atracción.
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FJRH.3A -
ABM 3a -
opus prima -