MADRE
Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando
estés en la presencia del Señor, de hablar
en favor nuestro y que aparte su
indignación de nosotros.
Oh Santísima Madre, hazme esta gracia:
fija en mi corazón con eficacia las llagas de
Jesús crucificado.
Haz que de Cristo en mí lleve la muerte,
que participe su pasión y suerte y medite en
sus llagas apenado.
Para que no arda en los eternos fuegos,
defiéndeme tú, oh Virgen, con tus ruegos,
en el día del juicio.
Y tú, oh Cristo, al salir yo de esta vida, por
tu Madre querida, haz que llegue a la
palma de victoria.
Cuando mi cuerpo muera, haz que mi alma
adquiera del paraíso lla gloria.
estés en la presencia del Señor, de hablar
en favor nuestro y que aparte su
indignación de nosotros.
Oh Santísima Madre, hazme esta gracia:
fija en mi corazón con eficacia las llagas de
Jesús crucificado.
Haz que de Cristo en mí lleve la muerte,
que participe su pasión y suerte y medite en
sus llagas apenado.
Para que no arda en los eternos fuegos,
defiéndeme tú, oh Virgen, con tus ruegos,
en el día del juicio.
Y tú, oh Cristo, al salir yo de esta vida, por
tu Madre querida, haz que llegue a la
palma de victoria.
Cuando mi cuerpo muera, haz que mi alma
adquiera del paraíso lla gloria.
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