FESTIVIDAD
Cada año celebramos la Navidad y la cargamos toda de características positiva: Amor, Paz, Alegria, Esperanza, etc.
Pero creo que es cruel la celebración del nacimiento del bebe Dios,de una manera frívola y vanidosa. Aquél que es el Dios verdadero, hombre verdadero concebido en el inmaculado vientre de la Santísima Virgen María, exige cuanto menos un reconocimiento racional, histórico, tradicional y cultural.
Dios nos lo da todo, se hace hombre para redimir a aquellos a quién ama. Y esa es la pregunta que deberíamos hacernos, usted y yo, el mundo entero; ¿Deseo que Dios me ame? ¿Deseo ser amado por Cristo, incondicionalmente, sabiendo que ello con lleva la observancia de mi ser como signo vivo y sagrario de Jesucristo?
La respuesta a ambas pregunta es humildemente sencilla; si/no.
El camino a recorrer, para llegar a un respuesta limpia y sincera, es imposible de recorer para el ser humano... gracias que para Dios no hay nada imposible.
0 comentarios