CATÓLICO

Con tristeza constato la proliferación de tendencias, diferencias, distintos criterios, posicionamientos, corrientes de pensamiento e incluso ideologizaciones de la que debería ser inmutable y tradicional doctrina apostólica a la luz del Magisterio de la Iglesia.

 

Bien mirado, este ha sido el continuo combate histórico de la sana doctrina en contra de aquellos que han pretendido, pretenden y pretenderan adaptarla o amoldarla a los vientos favorables de la historia.

 

En estos cerca de dos mil años de andadura apostólica y romana, las persecuciones, ataques e intentos pervertidores provenidos del exterior han consolidado y fortalecido siempre los fundamentos cristianos y católicos del Pueblo Santo. El peligro siempre se ha hecho grave y las consecuencias nefastas cuando los ataques y las perversiones han surgido del seno de la propia comunidad eclesial: Arrianistas, Ortodoxos, Luteranos, Calvinistas, Anglicanos, etc.

 

Hoy se extienden abundantemente los movimientos reformadores y contrarreformadores, los conservadores y los progresistas, los liberales y los inmovilistas.

 

Conciliaristas, episcopalistas, papistas, nacionalistas, particularistas, etc, etc, etc.

 

Cuelgo en esta mi puerta, aquel cartel que antaño acostumbrabamos a colgar en la puerta de nuestros hogares frente a la inconveniente y pesada visita de los Jeovistas:

"¡SOY CATÓLICO, CREO FIRMEMENTE EN EL DIOS TRINITARIO Y EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ROMANA! ¡NO ME INTERESA LO MÁS MÍNIMO CONVERTIRME A NINGUNA OTRA DOCTRINA!"

 

P.D.- Bueno algunos podrían decir que soy catecismista. Aunque claro, esta palabra no se incluye en el RAE; je, je, je.