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HOY TEOLÓGICO - Alfonso Luis Calvente Ortiz

Símbolo

Símbolo

Algunos trasmiten que la figura del Borbón en nuestra sociedad es un mero símbolo. A esta argumentación me opongo rotundamente. El Rey de España es una figura constitucional, orgánica y constitutiva del estado español. De hecho es la figura más relevante y de mayor importancia de nuestra nación, la Nación española (así lo puso de manifiesto la obediencia debida procurada por los máximos responsables del ejército Español en el intento de golpe de estado aquel famoso 23F).

 

El Rey de Españ es símbolo sí, mejor dicho, debería ser símbolo si de "unidad y permanencia del Estado" (art. 56 de la Constitución). Pero este Rey no es una mera figura formal o burocrática. La Constitución Española le carga de graves responsabilidades para con la nación: "guardar y hacer guardar la Constitución" (Art. 61 de la Constitución). La Carta Magna de la Nación española es clara: "corresponde al Rey sancionar y promulgar las leyes". Esta debería ser la garantía de la sociedad española frente a los abusos de políticos irresponsables y homicidas. Fuera de garantizar el gobierno de nuestra nación en arras del bien común, la monarquía española pierde toda razón y legitimidad. 

 

La responsabilidad constitucional del Rey es muy extensa. Más lo es su responsabilidad como monarca cristiano y católico. Esto debería promover en la conciencia de nuestro monarca un profundo pesar de conciencia frente a la ignomiosa Ley del Aborto, ante la cual solo cabe la objeción de conciencia (abdicar o renunciar) o exigir el pronunciamiento del Tribunal Constitucional antes de haber sancinado tal aberración.

 

El Magisterio es claro, ya lo veremos más profundamente, pero no podemos dejar de recordar que: "La legislación civil de numerosos estados atribuye hoy día, ante los ojos de muchos, una legitimidad indebida a ciertas prácticas. Se muestra incapaz de garantizar la moralidad congruente con las exigencias naturales de la persona humana y con las "leyes no escritas" grabadas por el Creador en el corazón humano. Todos los hombres de buena voluntad deben esforzarse, particularmente a través de su actividad profesional y del ejercicio de sus derechos civiles, para reformar las leyes positivas moralmente inaceptables y corregir las prácticas ilícitas. Además, ante esas leyes se debe presentar y reconocer la "objeción de conciencia". Cabe añadir que comienza a imponerse con agudeza en la conciencia moral de muchos, especialmente de los especialistas en ciencias biomédicas, la exigencia de una resistencia pasiva frente a la legitimación de prácticas contrarias a la vida y a la dignidad del hombre." (Donum Vitae)

 

 

P.D.- ¿Es una cruz lo que se alza sobre la corona, o será otro símbolo?

 

 

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