PASTOR
Pastor es aquél que pastorea, aquél que guarda, guía y apacienta el ganado, especialmente el de ovejas. No parece difícil la tarea tal y como se presenta la definición. Pero en la realidad trascendental de la vida del ser humano la tarea del pastor se presenta ardua y difícil. Pastorear se nos antoja fácilmente reducible a un ejercicio rutinario en el que las ovejas o el ganado según se trate no sean tratadas más que como eso, ovejas, ganado. Pero cuando la tarea de guardar y guiar se traspone a seres humanos nos encontramos que cada oveja, cada miembro del rebaño es una persona, un ser humano, una vida única, irrepetible, amada infinitamente por Dios, por Jesucristo el Buen Pastor.
Jesús nos presenta la figura del Buen Pastor como aquel que da su vida por sus ovejas, aquel que abandona todo por la oveja perdida, por la oveja en dificultades. El Buen Pastor es aquel que se hace rebaño en el rebaño y baja y se abaja hasta donde el rebaño se encuentra, sea en chabolas, en basureros, en la indigencia de la droga, la prostitución o la absoluta marginación.Pastor bueno, que se desentiende de lo suyo, de sus proyectos, de sus anhelos, de sus quehaceres e incluso de sus obligaciones para darse por el rebaño, por cada una de las ovejas que integran el rebaño y especialmente por aquellas que más perdidas se encuentran.
Cuanta falta de pastores tenemos. Rebaños y rebaños de indigentes sin pastor, rebaños de marginados, de pobres, de moribundos, de enfermos y desarraigados, multitudes incontables de rebaños perdidos en los lugares más indignos e inhumanos de este mundo, tantos cansados y decaídos como ovejas sin pastor. Faltando tanto pastor como falta, sobreabundando tanto rebaño como sobreabunda, desparramadas tantas ovejas perdidas, quizás falten algunos que puedan ayudar a los pastores a pastorear, a cuidar y velar por el rebaño, quizás sobren reuniones (ya conocemos aquello de reunión de pastores...), planes y estructuras; que bonitos corrales, maravillosas estancias para ovejas y pastores; ovejas que nunca llegarán a conocer el corral porque ni siquiera llegaron a conocer al pastor.
"Os aseguro que el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino saltando por otra parte, es un ladrón y un salteador. Pero el que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guarda le abre la puerta y las ovejas reconocen su voz; él llama a sus ovejas por sus nombres y las saca fuera. Y cuando ha sacado todas sus ovejas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños". Jesús les puso esta semejanza, pero ellos no entendieron qué quería decir. Por eso Jesús se lo explicó así: "Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí eran ladrones y salteadores, pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta; el que entra por mí se salvará; entrará y saldrá y encontrará pastos. El ladrón sólo entra para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante."
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