Tsunami
"En nuestro país, los medios de comunicación mostraron durante unos días la macabra tragedia ocurrida en el sudeste asiático el 26 de Diciembre del 2004. También fueron aportando cifras del desastre: muertos, desaparecidos, heridos, damnificados, etc. Por su novedad, y de forma desproporcionada, se fijaron también en víctima provenientes de países occidentales que pasaban allá sus vacaciones.
A pesar de muchas horas de televisión y radio, y de muchas páginas de periódicos, lo humano se tocó muy superficialmente. Nos preguntamos por qué siempre son los pobres los que cargan con el mayor peso de las tragedias.
Para no olvidar publicamos este escrito, y para que, recordando, seamos más honrados con la realidad, más misericordiosos con las víctimas, más proféticos con los opresores. Nos humanicemos y desarrollemos más creatividad para buscar soluciones prácticas y eficaces.
Como cristianos, escribimos para no abadonar al pueblo crucificado, para proseguir el camino del Jesús profeta y pastor, para ayudar a Dios en su tarea ingente de hacer de este mundo un mundo más humano."
Jon Sobrino - Centro Monseñor Romero - 2005
Hoy la tragedia nos toca cerca, muy cerca. Un número, el 5022 nos presenta el terrible dolor de centenares de personas, víctimas, familias, amigos, conocidos. Aunque parezca que los números son sólamente cifras, desde la profunda humildad y sinceridad de mis palabras, deseo compartir un poco de ese dolor trágico de tantas vidas sesgadas, familias enteras borradas, tantas ilusiones y amores truncados. Porque en todo doloroso amor humano ahí se encuentra hoy Cristo crucificado. Y es en ese amor en el que comparto hoy la tragedia humana que nos sobrepasa inconscientemente cada día, y que sólo cuando nos llega tan cercanamente somos capaces de tomar conciencia.
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Alfonso Luis -