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HOY TEOLÓGICO - Alfonso Luis Calvente Ortiz

Relativismo VS Caridad

Relativismo VS Caridad

Hoy me alcanza el gozo de comprobar como la juventud es portadora de bellos valores sobrenaturales que la hacen sensible al dolor y sufrimiento del prójimo. Jóvenes que se interesan por gente que no conocen, que anda muy lejos, gente que nunca llegarán a conocer, gente cuyo dolor y necesidad conmueve el corazón de estos jóvenes inquietos y despreocupados, en ciertos aspectos, de su vida.

Son jóvenes a los que les resulta muy difícil el acoger, por otro lado, la necesidad de una verdad, cuando todo lo que han bebido hasta su presente ha sido el néctar de lo relativo y del todo da igual, embebidos en la práctica del nihilismo y del hedonismo social.

Jóvenes machacados por el único valor en alza que es la comodidad y el placer, la ley del mínimo esfuerzo y la necesidad de diluir las diferencias individuales y la propia identidad personal en un manemagnum social del todo vale si te divierte y es legal.

Y frente a la mundana oferta que nos hace caer en la esclavitud de una vida de sobreabundancia material, el mensaje de Jesús como salvador y redentor se les muestra inadecuado, difícilmente justificable y arcaico e inadaptado a los tiempos actuales. Claro que no todos los jóvenes se muestran de tal manera, pero si todos se enfrentan a esta realidad que es vivida en la praxis juvenil española y europea. El sexo fácil y seguro, la risa banal y fácil, la renuncia a la seria reflexión frente al criterio de que todo es relativizable, la oferta de una vida sobreabundante materialmente que a la postre se tornará vacía y carente de reflexión que la haya dotado de sentido, todo ello, se les presenta como valores prácticos fácilmente asimilables con poco o nulo esfuerzo.

Sin embargo, se trasluce algo que palpita en los corazones juveniles, algo que les inspira la inquietud de buscar algo más, de querer hacer algo, de descubrir a alguien; quizás al que sufre por ellos, al que los ama sin condiciones, al que se enamoró locamente de cada uno de manera individual y plena, quizás descubrir al resucitado tras los ojos del sufriente, del marginado y desamparado, del que sufre a causa del hambre y el abandono mientras nosotros, todos nosotros, tiramos toneladas de comida y desperdiciamos innumerables recursos sobrantes.

Y mi desasosiego siempre acaba en alegre esperanza, porque sé, a ciencia cierta, que Él ya pensó en ello, que Él continúa con cada uno de nosotros y no nos abandona y nos anima a continuar, a pesar de toda apariencia de derrota parcial en esta guerra que ya se tornó Victoria hace hoy casi dos mil años.

2 comentarios

Alfonso Luis -

Tienes razón, pero creo que principalmente los jóvenes necesitan de testimonios de vida cristianos actuales y accesibles para ellos. La falta de referentes válidos para la juventud hacen que para muchos jóvenes sean incomprensibles opciones tan profundamente cristianas como la castidad, la pobreza, la humildad, la obediencia, etc; y siempre acaban preguntándose, la mayoría de las veces en el silencio de su interior, ¿quien vive hoy así?

Cristobal Calvente -

Querido hermano en Cristo, es una realidad, que nadie puede negar, que hoy a los jovenes se les educa para vivir y desarrollarse en esta vida manterial, a competir y a triunfar, olvidando el fin para que el cual nos creo Dios: La Salvación del alma. Esta vida, que es una prueba, nada vale si no esta encaminda a nuesta salvación.
Cuanto Trabajo es necesario con los jovenes, cuanta la catequesis necesaria para que nuestros jovenes vean a Dios como el fin de sus vidad.