Blogia
HOY TEOLÓGICO - Alfonso Luis Calvente Ortiz

FILOSOFIA

Cambiando el Mundo.

Cambiando el Mundo. Es habitual, parece propio de la naturaleza humana querer cambiar las cosas. Ante aquellas situaciones que nos cuestionan o inquietan, fácilmente elocubramos fáciles soluciones cambiando a quien tengamos que cambiar, sustituyendo lo que haya que sustituir. Todo sí, de una manera fácil y rápida a entender de nuestra imaginativa inteligencia. Todo sí, menos mirarnos a nosotros mismos y comprender que la única posibilidad de cambio positivo comienza por cambiar lo que en nosotros mismo debe ser cambiado. 
Aquella parece ser fue uno de los motores primarios que impulsarón a nuestros "primerísimo padres" a comer del árbol de la sabiduría, aún sabiendo que no estaban preparados para ello: "que cambien otros, que mi hacer lo que quiero está mil veces justificado en mi imaginativa y corrupta inteligencia".

Infinito

Infinito

Sin la trascendente eternidad de una vida futura, el ser temporal humano se diluye en el eterno infinito del espacio y el tiempo.

 

Esto es de tal forma, que la vida del hombre reducida a su mera temporalidad terrenal no es más que un intervalo mínimo y acotado superior e inferiormente en el tiempo. Como tal intervalo acotado, incluído en la sucesión infinita de la eterna existencia universal, resulta que realmente la reducción de su existencia se convierte en "0" frente al  ∞ temporal.

 

La vida se convertiría así en intrascendente, el ser humano deberá reconocer que en un tiempo podrá resolverse que realmente ni existe, ni existirá ni existió.

 

Frente a la objetiva realidad, científica y filosófica, se yergue una Cruz, ..., una Esperanza, ..., una Vida.

CAMINO

CAMINO

Caminamos por la vida. Quizás no caminamos sino que rodamos, ó resbalamos, ó caemos, ó deambulamos. Quizás andamos perdidos, ensimismados, escondidos y atemorizados. Quizás tan sólo uímos, y no sabemos por que, de que ó de quien, ni a dónde.

 

Caminamos como locos, como idos. Caminamos sin saber donde lleva el camino, sin tan siquiera interesarnos por nuestro destino. Caminamos y miramos al suelo, miramos hacia atrás, o miramos al cielo. Caminamos pero no miramos el horizonte, el destino del camino.

 

Parecemos locos caminantes, idos caminantes, caminantes perdidos, caminantes sin rumbo, caminantes dormidos.

 

¡Caminante que tu camino sea Cristo!

 

¡Caminante que tu andar haga Camino!

HOMBRE

HOMBRE

El hombre, ¿qué es el hombre si prescinde de Dios? ¿Qué razón de su existencia encuentra el hombre cuando prescinde de Dios? ¿Quién es el hombre, cualquier hombre, si no es más que hombre?

Actualmente, de igual forma que el hombre prescinde de Dios, la humanidad prescinde de la individualidad del ser humano, del individuo. La filosofía contemporanea, ante la realidad social actual, justifica toda acción en el mundo en arras de la conciencia global y del ser humano como conjunto de la humanidad, a la cual no le importa prescindir de cuantos individuos sean necesarios y en la forma que sea necesaria, en pos de unos fines que realmente responden a los intereses de unos reducidos grupos de "privilegiados" del poder y el dinero.

Y es así, que el hombre tiende a olvidar su trascendencia individual. Insertos en el sistema global, ante el miedo a la sustitución, bajo la costante amenaza de la innecesariedad de la persona individual, frente a la superpoblación y superdemanda de vida desarrollada sistematizadamente, el individuo olvida lo que tenga que olvidar y se adapta a un mundo inaceptable (hambre, guerra, desprecio a la naturaleza, corrupción, terrible, degeneración, perversión y truculenta, miserable e inhumana injusticia social).