Blogia
HOY TEOLÓGICO - Alfonso Luis Calvente Ortiz

AMIGOS

AMIGOS

Hace unos días un entrañable amigo me decía que la influencia de los profesores en la formación y vida de los alumnos es cuasi imperceptible. Él ponía como ejemplo los pocos recuerdos y aportaciones conscientes que recordaba de los profesores de su infancia. Por mi parte yo le repuse que, si tal era el criterio, tampoco los padres ejercerían mucha aportación, ya que realmente los recuerdos de la infancia y la juventud son escasos y superficiales por lo general.

Sin embargo, le advertía, a mi querido amigo, que pensaba que cada uno de nosotros hemos recibido mucho no solo de nuestros profesores, padres y formadores, sino también de cada una de las personas que han compartido con nosotros mucho o poco de nuestra vida. Cada amigo, cada compañero y conocido, cada familiar, cada vecino, cada una de las personas con las que día a día hemos ido encontrándonos, de alguna forma, forman parte de nosotros y nosotros formamos parte de ellas.

Es un misterio, sí, misterio de comunión diría yo. Común unión de aquellos que para bien o para mal, pero siempre para edificación de la persona que hoy soy han aportado a mi existencia una experiencia en la que personalmente me he realizado. Misterio de comunión que alcanza su máxima expresión en la comunión cristiana. Todos uno en Cristo como el Padre y Cristo son uno.

Misterio grande el de la vida. Vida que no sería tal; la mía, digo; sino fuera por aquellos a los que debo tanto y tanto, que a pesar de amarlos como amigos míos que son, jamás podré expresarles lo que verdaderamente significan y han significado para mí, hasta que más allá de las limitaciones de las palabras y las expresiones, podamos gozar plenamente de este misterio de comunión al que me refiero.

Pedro, Juan, Rafa, Pere, Cesar, ... , que siguen estando junto a mí, Chema, Toni, Miguel, Acha, Alfredo, Jose, Vicente, Miguel, Tino, Agustín y tantos y tantos, y tantos y tantos. A todos los quiero y a todos los llevo en mi corazón.

0 comentarios